Según la Biblia, las lisonjas son una forma perjudicial de alabanza afectada o adulación para ganar la voluntad de una persona. Por lo general, se hace para satisfacer el amor propio o la vanidad de quien es lisonjeado y, por lo tanto, no es una característica de la sabiduría divina. La raíz de la lisonja es el egoísmo, las distinciones y la hipocresía, que son valores contrarios a los de Dios.
La sinceridad y el comportamiento cristiano
La falta de sinceridad, la mentira, la adulación y la glorificación de hombres con el fin de sacar partido de su vanidad son comportamientos que desagradan a Dios, ya que van en contra del amor verdadero y la justicia divina. Según el apóstol Pablo, el comportamiento cristiano no debe incluir la actitud aduladora, ya que esto crea una trampa para la persona que es objeto de la lisonja. Es mejor censurar constructivamente a alguien para que pueda crecer y aprender de sus errores, en lugar de lisonjearlo para obtener beneficios materiales o emocionales.
Lo que dice Proverbios
El libro de Proverbios señala que “el que censura a un hombre hallará después más favor que aquel que lisonjea con la lengua” (Proverbios 28:23). En otras palabras, es mejor ser honesto y directo en la comunicación con los demás, ya que esto conduce a relaciones más auténticas y significativas. La lisonja solo lleva a falsas impresiones y expectativas, y a menudo puede crear una situación de tensión o resentimiento entre las personas. Por lo tanto, es importante ser sincero en lugar de lisonjear a alguien para obtener un beneficio temporal o superficial.
El ejemplo de Herodes Agripa I
Un ejemplo bíblico de los peligros de escuchar la lisonja y la adulación es el caso de Herodes Agripa I. Cuando la multitud lo aclamó como un dios, aceptó la lisonja y no le atribuyó a Dios la gloria. Como resultado, el ángel de Dios lo hirió y murió. Esto muestra que la lisonja puede ser muy peligrosa y puede llevar a la arrogancia y la idolatría, que son actitudes contrarias al amor y la humildad que Dios espera de nosotros.
Significado bíblico de la lisonja y su relación con la humildad
La lisonja se define como una forma de congraciarse con alguien a toda costa mediante el uso de elogios o atenciones innecesarias o excesivas, con el fin de conseguir un beneficio personal. En la Biblia, la lisonja está mal vista porque se relaciona con la falsedad y la manipulación. Por otro lado, se destaca la importancia de la humildad como una virtud que se opone a la lisonja. La humildad es la capacidad de reconocer nuestras limitaciones y errores, y ser honestos con nosotros mismos y con los demás.
Diferencia entre elogiar y adular en la biblia
La diferencia entre elogiar y adular radica en la veracidad de las afirmaciones y las intenciones de quien las hace. En la Biblia, el elogio se considera una forma de fomentar la autoestima de una persona y reconocer sus capacidades y virtudes. Por otro lado, la adulación es una forma de mentira que busca conseguir un beneficio propio a través de la manipulación de los demás. Se destaca la importancia de ser sinceros en nuestras afirmaciones y no caer en la tentación de manipular a los demás.
Cómo afecta la adulación nuestras relaciones
La adulación puede tener un impacto negativo en nuestras relaciones, ya que manipula y daña la confianza y la honestidad en ellas. La adulación crea una imagen falsa de nosotros mismos ante los demás y fomenta la falta de transparencia y honestidad en nuestras relaciones. Además, la adulación puede dañar nuestro propio autoconocimiento y autoestima, ya que nos acostumbramos a recibir halagos excesivos que nos alejan de la realidad.
Pasajes bíblicos sobre la adulación
- Proverbios 26:28: “La lengua falsa aborrece al que ha herido, y la boca lisonjera causa la ruina”.
- Romanos 16:18: “Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios deseos. Con palabras suaves y lisonjeras engañan a los corazones de los ingenuos”.
- Salmo 12:2-3: “Cada uno habla mentira con su prójimo; hablan con labios lisonjeros y corazón doble. Dios cortará todos los labios lisonjeros, la lengua que habla grandeza”.
Significado bíblico de la lisonja en el contexto de la oración y la adoración
La lisonja, según la Biblia, es una forma de adulación que busca obtener un beneficio individual y va acompañada de falsedad y mentira. La palabra lisonja viene del latín “laus, laudis”, que significa alabanza. Es importante destacar que Jesús era contrario a la lisonja y siempre dijo la verdad, sin necesidad de recurrir a ella para conseguir algo.
Es necesario diferenciar la lisonja del elogio. Mientras que el elogio se fundamenta en una opinión sincera y no busca obtener un beneficio personal, la lisonja necesariamente va acompañada de falsedad y mentira, ya que su objetivo es agradar a alguien para obtener algo a cambio. Por lo tanto, es importante para todo cristiano seguir el ejemplo de Jesús y evitar la adulación, ya que es perjudicial para uno mismo y para los demás.
En la Biblia se alerta sobre los falsos maestros que usan la lisonja para sus fines ególatras y avariciosos. Es importante tener en cuenta que la lisonja va en contra de la verdad y la humildad, valores fundamentales en la fe cristiana. Por lo tanto, debemos tener precaución ante aquellos que utilizan la lisonja como herramienta de persuasión y prestar atención a los versículos bíblicos que hablan sobre el tema.
“No son justos los labios del que habla lisonjas, porque piensa en su provecho propio” (Proverbios 26:28).
Significado bíblico de la lisonja en la vida cotidiana y cómo evitar caer en ella
La lisonja es una forma de alabar afectada o adulación para ganar la voluntad de una persona con el fin de satisfacer el amor propio o la vanidad de quien es lisonjeado. Sin embargo, esta no es una característica de la sabiduría de arriba, sino de la de este mundo, puesto que su raíz es el egoísmo, las distinciones y la hipocresía. La Biblia condena la lisonja y la describe como algo perjudicial para la convivencia diaria.
Para evitar caer en la lisonja, es importante ser sincero, honesto y humilde. La falta de sinceridad, la mentira, la adulación y la glorificación de hombres con el fin de sacar partido de su vanidad, son cosas que desagradan a Dios. La Biblia nos dice que debemos hablar siempre la verdad, aunque no siempre nos guste lo que estamos diciendo, y que debemos hacerlo para agradar a Dios, no a los hombres.
La sabiduría de arriba se caracteriza por ser pura, pacífica, amable, compasiva, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera. La sabiduría de arriba nos enseña a ser diligentes en el amor, a no poner nuestra esperanza en las riquezas, sino en Dios, y a evitar la lisonja y la vanidad.
Un ejemplo de lo desastroso que puede ser escuchar con agrado la lisonja lo encontramos en Herodes Agripa I, quien aceptó la adulación de la muchedumbre cuando lo aclamaron como “voz de un dios” y no le atribuyó a Dios la gloria, por lo que fue herido gravemente por el ángel de Dios y falleció.
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