En la época del Nuevo Testamento, los publicanos eran los recaudadores de impuestos al servicio del Imperio Romano. Eran considerados como una clase social baja y eran sumamente detestados por la sociedad. Además de cobrar impuestos, se les esperaba que cobraran una suma adicional para su propio beneficio. Muchos de ellos extorsionaban a la gente y explotaban todo lo posible sus fuentes de recursos con la complicidad de los soldados romanos, lo que les ganó la antipatía de la población.
Jesús, sin embargo, se asociaba libremente con los publicanos, lo que le valió la censura de las autoridades judías. Aunque reconocía el bajo estado moral de la mayoría de ellos, Jesús se justificaba diciendo que había venido a llamar a pecadores como ellos al arrepentimiento. En una ocasión, ante la crítica de los fariseos por sentarse a la mesa a comer con publicanos, Jesús les dijo: “No he venido a llamar justos sino pecadores”. E incluso uno de sus discípulos, Leví Mateo, había sido publicano antes de su llamamiento al seguimiento de Jesús.
Otro publicano famoso en la Biblia es Zaqueo, quien era un judío cobrador de impuestos de Jericó y llegó a ser uno de los seguidores de Jesús. A pesar de ser odiado por sus vecinos, Zaqueo mostró gran interés en conocer más acerca de Jesús y subió a un árbol para verlo pasar por la calle. Jesús, al acercarse, le dijo que bajaría a su casa para cenar con él, lo que causó un gran revuelo entre la gente porque sabían que era un publicano. Sin embargo, Zaqueo se convirtió y prometió devolver el doble a aquellos a los que había defraudado.
Los impuestos en la época romana eran muy odiados por los judíos porque consideraban que pagarlos era un insulto a Dios y una muestra de sumisión ante Roma. Los publicanos, como recaudadores de impuestos, eran el blanco de la antipatía de la población. Esto se puede ver en el relato bíblico de la parábola del fariseo y el publicano en Lucas 18, donde el fariseo se enorgullece de ser justo mientras que el publicano se humilla ante Dios.
Significado de publicano en la Biblia
Los publicanos en la Biblia eran funcionarios que se dedicaban a recaudar impuestos para los romanos. Aunque su función era necesaria para el Estado, su accionar se caracterizaba por ser poco ético, lo que los hacía impopulares entre la población. En el Nuevo Testamento, Jesús menciona a los publicanos en Mateo y Lucas, y los toma como ejemplo de cómo tratar a nuestros enemigos. Es en estas enseñanzas donde se puede encontrar una comprensión más profunda del significado de los publicanos en la Biblia.
La palabra “publicano” proviene del latín “publicanus” que significa “público”. En la antigua Roma, los publicanos eran contratados para recaudar impuestos y adelantaban el pago al Estado a cambio de la autorización para cobrar una comisión al momento de recaudar el dinero de los ciudadanos. Esta práctica era vista como corrupta y los publicanos eran considerados funcionarios deshonestos que explotaban a la gente.
Jesús enseña en las Bienaventuranzas que no hay mérito en amar a quienes nos aman, sino en amar a nuestros enemigos y orar por ellos, enviándoles bendiciones. Jesús pone a los publicanos como ejemplo de esto, ya que ellos eran despreciados por la sociedad. En Lucas, se sienta a comer con los publicanos y pecadores, lo que es cuestionado por los fariseos. Jesús les responde que no ha venido a convertir a justos, sino a pecadores. El objetivo era que todos pudieran recibir la salvación, independiente de su estatus social.
En resumen, los publicanos en la Biblia eran funcionarios corruptos que recaudaban impuestos para el Estado romano a cambio de una comisión. Jesús los menciona en sus enseñanzas como ejemplos para enseñarnos a tratar a nuestros enemigos y también come con ellos, demostrando que su objetivo es salvar a todos, independiente de su procedencia. Los publicanos, entonces, son una metáfora para mostrar cómo lograr que los pecadores se conviertan en seguidores y creyentes de la palabra de Dios.
Quiénes eran los publicanos en la época de Jesús según la Biblia:
Los publicanos eran cobradores de impuestos que trabajaban para el gobierno romano. Según la Biblia, estos trabajadores eran considerados traidores por el pueblo judío debido a que colaboraban con el imperio romano. La palabra “publicano” viene del griego “telonés” y se refiere a los cobradores de impuestos. Los publicanos eran encargados de recaudar los impuestos en nombre del gobierno romano, y subcontrataban a otras personas para realizar el trabajo de recaudación.
Definición bíblica de publicano:
Según la Biblia, los publicanos eran personas que trabajaban como cobradores de impuestos en la época de Jesús. La palabra “publicano” viene del griego “telonés” y se refiere a los cobradores de impuestos. Los publicanos eran considerados pecadores debido a su colaboración con el imperio romano y porque se veían obligados a cobrar más de lo establecido.
Por qué los publicanos eran considerados pecadores:
Los publicanos eran considerados pecadores por dos razones principales: porque colaboraban con el gobierno romano, que era visto como un enemigo por el pueblo judío, y porque se veían obligados a cobrar más de lo establecido. La colaboración con los romanos se consideraba un acto de traición, mientras que el cobro excesivo de impuestos se percibía como un acto de injusticia.
Levy (Mateo), el discípulo que llamó Jesús:
Uno de los discípulos de Jesús, llamado Mateo, era un publicano antes de convertirse en seguidor de Jesús. La conversión de Mateo se considera un acto de gran importancia en la Biblia, ya que muestra que incluso los pecadores pueden ser perdonados y redimidos por Dios. La figura de Mateo es considerada como una muestra del poder transformador de la fe en Jesucristo.
Cómo eran vistos los publicanos en la sociedad judía de la época de Jesús
En la sociedad judía de la época de Jesús, los publicanos eran vistos como traidores y pecadores por cobrar los tributos que Roma exigía a Palestina. Sin embargo, es importante conocer el papel que los publicanos desempeñaban en la Antigua Roma.
Publicanos en la Antigua Roma
Los publicanos eran arrendadores o cobradores de los derechos públicos en la Antigua Roma. Su trabajo consistía en la recaudación de tributos del tipo vectigalia y podían requerir y comisionar auxiliares entre los naturales de la región. Además, los publicanos podían constituir “compañías comerciales” que operaban en las provincias, con “accionistas” romanos y presididas por un Princeps publicanorum del ordo equester.
Tributos en Roma
En la Antigua Roma existían diferentes tipos de tributos, incluyendo los impuestos directos a los hombres libres, por razón de su habitación o de su arte, y otros por los fundos. Además, las dos rentas ordinarias del estado eran los cánones o “ley fija”, y el “repartimiento” o indiction que señalaba el senado.
Conceptos publicanos
Es importante destacar algunos términos que se usan comúnmente en las fuentes romanas que tratan sobre la pública contratación. El término “redemptor” se relaciona con el ámbito de las adjudicaciones de obras públicas, donde se perfila como contratista o intermediario que adelanta la ejecución de la contrata para recibir a continuación el pago. Debe distinguirse esta figura de la del publicano, que es quien, de entre los ingresos ordinarios del erario romano (vectigalia pública populi romani), tomaba en arriendo los que consistían en impuestos.
Vectigalia o los vectigales
Los vectigales eran los ingresos periódicos o rentas públicos, consistentes, por ejemplo, en los cánones que deben pagar los arrendatarios del ager publicus o quienes explotan las minas o las pesquerías, y en los impuestos de aduana, sobre manumisiones, ventas públicas o herencias.