En la Biblia, “ex nihilo” se refiere a la creación del universo por Dios de la nada. Esto significa que Dios creó todo sin la necesidad de usar materiales preexistentes. Este evento sobrenatural se describe en el libro de Génesis, el cual relata cómo Dios creó el mundo en seis días y descansó en el séptimo.
Creación ex nihilo
La creación ex nihilo es la idea de que Dios creó todo de la nada. Es el momento en que Dios creó algo que no existía previamente. Este evento sobrenatural marca el comienzo del universo y está descrito en la Biblia, específicamente en el libro de Génesis. La creación ex nihilo es una idea central en la teología cristiana y se considera un acto divino.
Libro de Génesis y Hebreos
El libro de Génesis es el primer libro de la Biblia y relata la creación del mundo por Dios. Además, el libro de Hebreos en la Biblia hace referencia a la creación del universo por mandato divino y no a partir de materia o energía que existía previamente. En ambos libros se hace hincapié en la idea de que Dios creó todo de la nada, lo cual se conoce como creación ex nihilo.
Leyes de la física y la creación ex nihilo
Según la “primera ley de la ciencia”, la materia no se puede crear ni destruir. Si bien los átomos pueden combinar en moléculas y dividirse en sus partes componentes, la materia no se puede crear de la nada ni tampoco se puede destruir completamente. Sin embargo, en el contexto de la creación ex nihilo, se cree que Dios creó todo sin la necesidad de materiales preexistentes. Esta idea va en contra de las leyes de la física, pero es un concepto importante en la teología cristiana.
Significado de la palabra “ex” en la biblia y su relación con la historia de los personajes bíblicos
La Biblia habla sobre cómo Dios gobierna por medio de la ley y cómo los hombres reciben bendiciones o maldiciones según obedezcan o desobedezcan los mandamientos. También se menciona que los obispos de la Iglesia tienen la responsabilidad de escuchar y juzgar casos en los que está en juego la condición de miembro de la Iglesia de una persona, o su dignidad individual.
El pueblo de Israel fue favorecido por Dios, ya que él designó a los espíritus más dignos para ser simiente de Abraham, de manera que finalmente todas las familias, todas las naciones, fueran bendecidas con el evangelio. Además, se cuestiona si esto se debió a la conducta del pueblo en la vida premortal. Moisés escribió que cuando Dios hizo heredar a las naciones, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.
La adoración de dioses falsos era destructiva para la vida espiritual del hombre y el orden de Israel como nación. En un sistema basado en la aceptación de Dios, la idolatría era alta traición contra ese sistema, por lo que quienes intentaban seducir a Israel al abandono de Jehová debían perder la vida.
El Señor sabía que poco después de que Israel entrara en la tierra prometida, buscarían un rey. Por lo tanto, se argumenta que debía ser un hombre elegido por Dios, israelita, sin caballos, sin muchas mujeres, sin buscar aumentar su riqueza y su fundamento para gobernar debía ser la ley de Dios. La realeza en Israel no debía ser como las naciones vecinas, sino que debía estar dirigida por la ley de Dios.