En la cultura israelita, la navaja tenía varios usos, entre ellos la práctica de la tonsura y el corte del cabello y la barba. En la Biblia, la navaja es mencionada en diversos contextos, desde la adoración y servicio en la tienda de reunión hasta mensajes de condena y castigo divino. También se hace referencia a personajes bíblicos que debían abstenerse del uso de la navaja.
Significado bíblico de la navaja
La palabra “navaja” en hebreo se deriva de la expresión “dejar descubierto”. La navaja era utilizada para rasurar y dejar ciertas zonas del cuerpo despejadas de cabellos. Esta práctica, conocida como tonsura, era habitual en la cultura israelita y tenía un sentido sagrado. La navaja, por tanto, representaba la purificación y la limpieza.
La navaja en la adoración y servicio religioso
En la Biblia, se describe cómo Dios estableció que los levitas que entrarían a la tienda de reunión en el desierto debían pasar la navaja por todo su cuerpo para completar su pureza y limpieza antes de hacer un acto sagrado de adoración o servicio. Además, los que decidían tomar un voto de nazareo no podían usar este instrumento sobre su cabeza hasta que terminara el tiempo fijado.
Mensajes de condena y castigo divino
En algunos pasajes de la Biblia, se hace referencia al uso de la navaja como una señal de condena y castigo divino. Jehová advirtió a Judá que él utilizaría a los asirios como “navaja” para quitar el pelo de la cabeza, pies y la barba de todos ellos, representando la devastación que se daría en el país. En otro caso, a Ezequiel se le ordenó usar una espada como una navaja para rapar su cabello y barba, ilustrando que un número importante de los que habitaban Jerusalén serían asesinados.
Significado del voto de nazareo en la Biblia
El voto de nazareo en la Biblia era un compromiso especial que se hacía con Dios. Quienes lo tomaban se dedicaban a Dios y al servicio de los demás. Este voto podía ser perpetuo o por un tiempo. Los nazareos debían separarse de ciertas cosas, como vino, sidra, vinagre, licor de uvas, uvas frescas o secas, etcétera. Tampoco se acercaban a una persona muerta y dejaban de cortarse el cabello de su cabeza, el cual venía a ser su corona.
El nazareato era una forma de vida separada y dedicada a Dios. Los nazareos eran “santo para Jehová” y no debían contaminarse. Al final de su voto, el nazareo debía hacer ciertas ofrendas cuidadosamente estipuladas, raparse luego la cabeza, quemar el cabello y dar un regalo al sacerdote. Solo después de eso, el nazareo podía volver a tomar vino. Sansón, Samuel y Juan el Bautista fueron nazareos para toda la vida.
La figura de Sansón es la que más se asocia al nazareato. Él fue declarado nazareo antes de nacer, pero fue notoriamente infiel a ese voto. Samuel, en cambio, fue un nazareo para toda la vida, ya que sus padres tomaron el voto en su favor. Por otro lado, Juan el Bautista también fue nazareo para toda la vida, ya que su madre recibió la instrucción de que su hijo debía ser nazareo desde su nacimiento. Incluso el apóstol Pablo hizo lo que aparentemente era una forma modificada del voto de nazareo como preparación para su última visita a Jerusalén.
Significado de “no pasará navaja sobre su cabeza” en la Biblia
En la Biblia, la frase “no pasará navaja sobre su cabeza” se refiere al voto de nazareato que una persona podía hacer para consagrarse a Dios en la antigua ley judía. Durante el tiempo de su voto, la persona se comprometía a no cortarse el cabello y a no acercarse a un cadáver. Este voto era considerado un acto de devoción especial hacia Dios.
En el libro de Números, capítulo 6, versículo 5, se menciona que “todos los días de su voto de nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días por los cuales se apartó a YHVH, santo será, dejando crecer las guedejas de su cabeza”. Es decir, la persona que hacía el voto debía permitir que su cabello creciera libremente hasta que se cumpliera el tiempo de su consagración a Dios.
Se consideraba que el voto de nazareato era una forma de ofrecer una vida consagrada a Dios y de demostrar un compromiso especial hacia Él. Durante el tiempo de su voto, la persona debía evitar todas las cosas que pudieran contaminar su santidad, como el vino o acercarse a un cadáver.
En conclusión, la frase “no pasará navaja sobre su cabeza” en la Biblia se refiere a la práctica del voto de nazareato, en el cual la persona se comprometía a no cortarse el cabello como muestra de su consagración a Dios y de su compromiso con Él.
¿Por qué los nazarenos no podían cortarse el pelo en la Biblia?
En la antigüedad, el cabello era considerado como “emblema de dignidad” y la forma en que las personas se arreglaban el cabello reflejaba su identidad, tribu, religión, nacionalidad y clase social. Los nazarenos, por su parte, eran hombres y mujeres que se dedicaban a honrar a Dios y hacían tres votos durante un período específico: sustentarse de beber, no acercarse a ningún cadáver y dejarse crecer el cabello.
Existe la ley del nazir que se aplicó únicamente en el pueblo de 1411 y entró en desuso después de la destrucción del Segundo Templo. El Talmud nunca aprobó este tipo de votos ascéticos, aunque en la Mishná existen reglas y categorías de nazarenos. La persona podía decidir cuánto tiempo estaría obligada a cumplir su propósito, que según el Talmud, el tiempo mínimo era de 30 días, de tres años o tal vez de siete. Al término de ese período, el nazareo hacía un ofrecimiento especial a Dios: debía raparse la cabeza y arrojar al fuego el pelo cortado para quedar liberado de sus obligaciones, y volvía a una vida normal.
Los dos casos más importantes que menciona la biblia son los de las madres de Sansón y de Samuel. Los primeros nazarenos fueron los israelitas que recibieron dones carismáticos de Dios o que estuvieron obligados a cumplir el nazareato por juramentos hechos por sus madres antes de nacieran. En cuanto a la costumbre de cubrirse la cabeza entre los judíos, especialmente durante las oraciones y la pronunciación de las bendiciones, se desarrolló durante lo Edad Media en Europa. Actualmente, la gran mayoría de los judíos religiosos, mantiene la cabeza cubierta para los actos rituales y los servicios religiosos. No se menciona ninguna justificación bíblica o talmúdica para la costumbre de cubrirse la cabeza en las mujeres.