Volver en sí es una expresión común en español que se refiere a recuperar el conocimiento después de haberlo perdido por un accidente o letargo. En la parábola del hijo pródigo en la Biblia, esta misma expresión es utilizada para describir el momento en que el hijo menor, que se había marchado de casa y había despilfarrado toda su fortuna, “volvió en sí” y decidió regresar a su hogar.
La parábola del hijo pródigo se encuentra en el capítulo 15 del evangelio de Lucas en la Biblia. En ella se describe la historia del hijo menor que se aleja de su hogar y pierde todo su dinero en una vida de excesos, pero luego se arrepiente y decide regresar a su padre. El hijo mayor, que siempre se había mantenido cerca de su padre, se enoja por la celebración que se da en honor al hijo menor y no quiere unirse a ella. Esta parábola es una muestra de la importancia del arrepentimiento en la vida de las personas.
El arrepentimiento es una parte fundamental de la parábola del hijo pródigo y se destaca su importancia en la vida en general. El hijo menor recapacita y regresa a su padre, mientras que el hijo mayor no lo hace y se queda fuera de la fiesta. Este ejemplo nos enseña la importancia de reconocer nuestros errores y arrepentirnos de ellos. Aprender a pedir perdón y a perdonar es esencial para tener relaciones saludables con los demás y con nosotros mismos.
Además, el texto destaca cómo el orgullo es un flagelo que sufre el corazón humano y cómo fue la principal causa de la caída de Lucifer y del primer hombre en el Edén. Reconocer nuestro propio orgullo y arrepentirnos de él es crucial para crecer como personas y para estar en paz con nosotros mismos y con los demás.
Significado bíblico de la conversión y cómo se relaciona con volver en sí según Lucas 15:17-24
La conversión es un tema recurrente en la Biblia y en Lucas 15:17-24 se destaca su importancia. En este texto, se habla sobre cómo Dios busca a los pecadores que se han perdido y cómo hay gozo en el cielo cuando son encontrados y vienen al arrepentimiento. La parábola del hijo pródigo es un ejemplo de esto, donde el hijo menor pide su herencia y la malgasta, pero luego se arrepiente y vuelve a su padre.
En la parábola del hijo pródigo, se destaca la importancia del arrepentimiento y la misericordia de Dios. El hijo menor se da cuenta de su error y decide volver a su padre, quien lo recibe con alegría y amor. Esto significa que no importa cuán lejos nos hayamos alejado de Dios, siempre podemos volver a él y ser recibidos con amor y misericordia.
El texto también menciona a los publicanos y pecadores, quienes se acercaban a Jesús para oírle. Esto causaba la crítica de los fariseos y escribas, quienes eran líderes religiosos que criticaban a Jesús por recibir a los pecadores y comer con ellos. La actitud de los fariseos y escribas era de separación y rechazo hacia los inmundos.
Por otro lado, la parábola del pastor y la oveja perdida muestra cómo Dios busca a los pecadores que se han alejado de él, en lugar de rechazarlos o recibirlos con desgusto. Esta búsqueda también se refleja en la parábola de la mujer y la dracma perdida. En ambas parábolas se destaca la diligencia y el esfuerzo que Dios pone para buscar a aquellos que se han perdido.