Endechar es un término que proviene del latín y que, en español, se refiere a cantar endechas, especialmente en honor a los difuntos. También puede significar afligirse, entristecerse o lamentarse. En la Biblia, se hacen varias referencias a las endechas, canciones melancólicas, tristes y de lamento en las que se llora por la pérdida de alguien o por calamidades y desgracias ocurridas. El libro de las Lamentaciones del profeta Jeremías es un ejemplo de endecha bíblica, en la cual se lamenta la destrucción de Jerusalén.
En la antigua Mesopotamia, Siria y Palestina se adoraba al dios Tamuz, equivalente a Osiris en Egipto y Adonis entre los griegos, quien representaba la fertilidad y cuyo culto involucraba ritos licenciosos. Según el libro de Ezequiel en la Biblia, en la entrada de la Casa del Señor se encontraban mujeres sentadas endechando a Tamuz en honor a su muerte. Este pasaje de Ezequiel 8:14 es un ejemplo de cómo las endechas eran utilizadas como una forma de honrar y recordar a los difuntos o a los dioses.
En la literatura, la endecha es también conocida como planto o llanto, y se utiliza como una forma de elegía funeral en la que el poeta lamenta la pérdida de un ser querido. Esta forma poética tuvo su auge en la Edad Media y se conserva como un ejemplo de la memoria y recuerdo de los fallecidos. Por otro lado, el romance y el romancillo son formas poéticas que se caracterizan por tener un número indefinido de versos, con rima asonante en los pares y versos impares sueltos. Mientras que el romance es una composición poética que se utiliza para describir, por lo general, historias amorosas, el romancillo es una variante más corta de este género.
En resumen, endechar se refiere a cantar endechas en honor a los difuntos o a alguna desgracia ocurrida. En la Biblia, se utilizaba como una forma de honrar a los difuntos o a los dioses, y en la literatura se utiliza como una forma de elegía funeral.
Significado de Endechar en la Biblia y su relación con el tiempo de Tamuz
El término Endechar en la Biblia hace referencia al lamento que las mujeres dedicaban al dios Tamuz en Ezequiel 8:14. Tamuz es considerado el dios de la fertilidad en la mitología evangélica y se le honraba en el mes que llevaba su nombre. Esta práctica no era propia del culto judaico, sino un elemento adoptado de las creencias regionales.
Tamuz en la Biblia es el nombre dado al cuarto mes del calendario hebreo. Sin embargo, la figura de Tamuz está estrechamente ligada a la mitología babilónica como el dios de la fertilidad. La influencia de las prácticas paganas en los cultos religiosos fue un tema constante en el Antiguo Testamento.
Semiramis en la Biblia es considerada una figura mítica que no aparece en el Antiguo Testamento. La reina asiria es un elemento de la mitología babilónica que, junto con su esposo Nimrod y su hijo Tamuz, forman la tríada divina que era honrada en los cultos paganos de la región.
La relación entre el lamento de las mujeres a Tamuz en Ezequiel y el tiempo de Tamuz hace referencia a una época en la que se adoptaron prácticas paganas en la región. Estas prácticas eran reprobadas por el pueblo judío por ir en contra de las enseñanzas del Antiguo Testamento.
Significado de Endechar en la Biblia y su relación con la lamentación por la deidad Tamuz en el Antiguo Testamento
La palabra “endechar” aparece varias veces en la Biblia, principalmente en el Antiguo Testamento, y su significado se relaciona con el lamento y el dolor. En este contexto, la lamentación por la deidad Tamuz es mencionada en el libro de Ezequiel, donde se describe a las mujeres llorando por él en la entrada del pórtico de la Casa de Jehová que mira al norte.
Tamuz y Tammuz
Tamuz es el décimo mes del calendario hebreo moderno, y aunque no es mencionado en la Biblia como el nombre de este mes, sí aparece en relación con la deidad homónima, el dios de la primavera y el florecimiento en la mitología babilónica. Según esta creencia, Tammuz reinaba durante los tres meses de primavera – Nisán, Iyar y Siván – mientras que en Tamuz, al llegar el verano, moría. Esta muerte simbólica puede estar relacionada con la historia de las plantas, que mueren en el verano para renacer en la primavera siguiente.
Ayuno del 17 de Tamuz y Yeméi ben HaMetsarim
El Ayuno del 17 de Tamuz es un día de ayuno menor que conmemora la ruptura de las murallas de Jerusalén durante ambos sitios a la ciudad: el primero llevado a cabo por los babilonios en el año 586 a.C. y el segundo por el comandante romano Tito en el año 70 d.C. Tres semanas más tarde, la ciudad fue destruida y el segundo Templo de Jerusalén fue arrasado, marcando un día de duelo nacional conocido como el 9 de Av. Este periodo de tres semanas entre el Ayuno del 17 de Tamuz y el 9 de Av se llama Yeméi ben HaMetsarim, que significa “Días de la Angustia”. Durante este tiempo de pesar, los judíos evocan las calamidades que sufrieron y lamentan las pérdidas.
¿Qué relación tiene el endechar con el ayuno del 17 de Tamuz?
El ayuno del 17 de Tamuz marca el inicio de las tres semanas de duelo por la destrucción del Templo Sagrado en Jerusalem. Este ayuno conmemora el día en que los muros de la ciudad fueron destruidos y se inició un proceso destructivo que culminaría en la destrucción del Templo.
El propósito del ayuno del 17 de Tamuz es recordar las tragedias que han ocurrido en la historia judía y reflexionar sobre los errores cometidos por el pueblo judío. Es una oportunidad para transformar la tragedia en alegría y arrepentimiento.
Una observación combinada de las dos tragedias, la del 17 de Tamuz y la de Tishá B’Av, permite entender la complejidad del proceso de duelo y reconstrucción. La destrucción del Templo Sagrado no fue solo un evento histórico, sino que fue el resultado de una serie de acciones que pudieron haber sido evitadas. Tal como lo expresa el Talmud: “Jerusalem fue destruida solo porque el pueblo judío no mantuvo relaciones adecuadas entre ellos”. Además, el profeta Zacarías afirma que la razón de la destrucción del Templo fue la indulgencia en el pecado y la falta de arrepentimiento.
En palabras del Rabino Moshé Lazerus, “el ayuno del 17 de Tamuz nos recuerda la necesidad de tener relaciones adecuadas entre los miembros de nuestra comunidad y de reevaluar nuestra conducta para no repetir los errores del pasado”. Por lo tanto, la relación entre el endechar y el ayuno del 17 de Tamuz es comprender que estas dos tragedias tienen una conexión histórica y espiritual que nos obliga a reflexionar sobre nuestro comportamiento actual y futuro.