La muerte es un tema que ha sido abordado en la Biblia en múltiples ocasiones. A través de sus páginas, se habla de la muerte como un sueño y se hace referencia a resurrecciones, el alma y el espíritu en la muerte, y la inmortalidad. Jesús mismo comparó la muerte con un sueño en Juan 11:11-14. La Biblia compara la muerte con un sueño en más de 50 ocasiones. Además, la Biblia menciona dos resurrecciones, una para vida y otra para condenación eterna.
Resurrecciones
En cuanto a las resurrecciones, Juan 5:28-29 dice: “No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”. Es decir, habrá una resurrección para los que hayan hecho el bien durante su vida y otra para los que hayan hecho el mal.
Alma y espíritu en la muerte
En cuanto al alma y el espíritu en la muerte, Eclesiastés 12:7 dice que el cuerpo vuelve al polvo y el espíritu (o aliento de vida) vuelve a Dios. Job 27:3 nos dice que el espíritu es lo mismo que el hálito de vida de Dios o su poder. Es importante destacar que los muertos no alaban a Dios, según Salmos 115:17, y nada saben, según Eclesiastés 9:5.
Inmortalidad y el cielo
En cuanto a la inmortalidad, es importante destacar que los seres humanos no la tienen, solo Dios. Recibiremos la inmortalidad cuando Jesús vuelva, tal como se menciona en la Biblia. Por otro lado, la santidad del cielo es real según Juan 14:1-3 y Filipenses 3:21 y 1º Corintios 15:51-54. Dios nos dará cuerpos gloriosos e inmortales en el cielo. Todas las deformidades físicas serán curadas y compartiremos ese cielo con personajes bíblicos importantes como Abraham, Isaac y Jacob, como se menciona en Mateo 8:11
“No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” – Juan 5:28-29
¿Qué dice la biblia sobre la vida después de la muerte?
La biblia aborda la vida después de la muerte de diversas maneras, y en el artículo se exponen dos enfoques principales: la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo. Ambas ideas se encuentran respaldadas por pasajes bíblicos como se menciona en el texto. Por ejemplo, la inmortalidad del alma se presupone en versículos como Romanos 2:7 “él dará vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honor e inmortalidad” y el cuerpo resucitado se menciona en Juan 5:28-29 “los que hayan hecho el bien resucitarán para vivir, mientras que los que hayan hecho el mal resucitarán para ser condenados.”
El artículo también hace referencia a la tensión entre ambas ideas, que ha generado debates entre los estudiosos de la biblia. No obstante, se sugiere que ambas pueden ser afirmadas sin poner en duda ninguna. Es decir, no es necesario sacrificar la inmortalidad del alma para creer en la resurrección del cuerpo, o viceversa. Ambas ideas pueden coexistir sin contradicción.
Por otra parte, el artículo también menciona que los saduceos, una secta judía contemporánea a Jesús, sostenían que no había resurrección de los muertos. Sin embargo, esta idea es refutada en versículos como Mateo 22:31-32 “En cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo: ‘Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’?”
Finalmente, el artículo señala que las ideas sobre la vida después de la muerte tienen implicaciones para la creación. En la medida en que se entienda que la vida después de la muerte es un aspecto esencial del plan divino, las preocupaciones ambientales y éticas adquieren una relevancia mayor. La creación adquiere un valor intrínseco porque es el acto de un Dios amoroso, que quiere que sus hijos e hijas vivan en plenitud.
Entidades relevantes:
- Nuevo Testamento.
- Jesús.
- Saduceos.
- Apocalipsis.
La vida después de la muerte es un tema central en la biblia que ha sido objeto de debates entre interpretaciones. Sin embargo, se puede afirmar que hay dos enfoques principales: la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo, y ambos conceptos coexisten sin contradicciones.