Uno de los requisitos para ser diácono según 1 Timoteo 3:8 es “no ser dado a mucho vino”. Sin embargo, algunos hermanos argumentan que los diáconos pueden beber bebidas intoxicantes con moderación. Es importante destacar que la idea de que el anciano tenga que abstenerse por completo mientras que el diácono puede tomar con moderación nunca entró en la mente del apóstol Pablo. En realidad, en ambos casos el vino se refiere a la borrachera.
Hay quienes discuten si es correcto tomar vino con moderación. La Biblia condena el consumo del vino para sentir los efectos de la intoxicación y no hay ninguna defensa bíblica de la bebida social como intoxicante. Es importante tener en cuenta que la palabra “vino” en el texto bíblico tiene dos significados. Si bien se refiere al vino intoxicante, también se utiliza para el jugo de uva y, en algunos casos, incluso para la uva en el racimo. Por lo tanto, es importante hacer una distinción clara entre el consumo moderado de jugo de uva y el consumo de alcohol para sentir la borrachera.
Además, la Biblia condena la “disipación” o las fiestas para beber (potoi) en 1 Pedro 4:3. Esta práctica está muy lejos de lo que Dios espera de nosotros. La palabra potoi viene del verbo potizo, que significa “dar de beber”. Es importante recordar que la bebida más fuerte en los tiempos bíblicos era el producto de la fermentación natural, ya que los procesos modernos de destilación todavía no existían. Los vinos y licores destilados populares hoy en día no eran conocidos en aquellos tiempos.
Por último, hay quienes se preguntan si el vino que Jesús hizo era intoxicante. La palabra oinos se refiere al vino intoxicante, pero muchos textos bíblicos indican claramente que la palabra se usa también para el jugo de uva y aun para la uva en el racimo. Si el vino bebido en esa ocasión era intoxicante, y si Jesús convirtió el agua en vino intoxicante, entonces Jesús promovió no el beber con moderación, sino el beber con exceso. Es importante entonces distinguir entre el consumo moderado de jugo de uva y el consumo excesivo de bebidas intoxicantes.
Significado bíblico de no ser dado al vino
En la Biblia, el requisito de “no ser dado al vino” para ser anciano no se refiere a no beber en absoluto, sino a no tener fama de bebedor y no frecuentar lugares donde se consume alcohol. Los pastores deben ser un ejemplo para sus congregaciones, y si tienen fama de bebedores, pierden credibilidad. La Biblia también señala las trágicas consecuencias que puede haber cuando los pastores son borrachos. Por lo tanto, el borracho no tiene lugar alguno en el ministerio.
En la antigüedad, el vino era el líquido básico para beber, ya que el agua era impura. Sin embargo, no se debía beber en exceso. Una mezcla de ocho partes de agua y una de vino era algo común, para evitar cualquier efecto de disolución. La Biblia aconseja a los líderes religiosos que no beban en exceso, ya que deben mantener una mente clara.
La Biblia establece una serie de requisitos para aquellos que desean ser líderes religiosos, como no ser borracho, no ser violento, no buscar pelea, ser amable, tranquilo, no estar preocupado solo por el dinero, entre otros. Estos consejos son para que los pastores sean buenos ejemplos para sus congregaciones y para mantener una iglesia ordenada y en paz. Los líderes religiosos deben ser personas integrales.
- Timoteo fue un discípulo de Pablo y le recomendó usar un poco de vino por causa de su estómago y de sus frecuentes enfermedades. Esto indica que el consumo moderado de vino tiene beneficios para la salud en ciertos casos.
- Isaías acusa a los guías espirituales de Israel de errar con el vino y la sidra, lo que puede interpretarse como una crítica al consumo excesivo de alcohol.
En resumen:
El requisito de “no ser dado al vino” para ser anciano en la Biblia no se refiere a la abstinencia, sino a no tener fama de bebedor y no frecuentar lugares donde se consume alcohol. Los líderes religiosos deben ser un ejemplo para sus congregaciones y mantener una mente clara. La Biblia establece una serie de requisitos para los líderes religiosos y señala las consecuencias trágicas de que los pastores sean borrachos. El consumo moderado de vino puede tener beneficios para la salud en ciertos casos, pero el consumo excesivo debe ser evitado.
¿Qué dice la biblia sobre el consumo de alcohol?
El consumo de alcohol ha sido objeto de debate en la sociedad desde hace siglos. En la Biblia se menciona el consumo de vino en reiteradas ocasiones, pero ¿qué dice realmente sobre el consumo de alcohol? En primer lugar, la Palabra de Dios no condena el consumo moderado de alcohol, sino la borrachera y el exceso. Los siervos de Dios han consumido vino desde tiempos inmemoriales, y se menciona en más de doscientas ocasiones en la Biblia. Por lo tanto, no es pecado beber alcohol con moderación.
Consecuencias del abuso del alcohol
A pesar de lo anterior, es importante destacar las consecuencias negativas que el abuso del alcohol puede generar en nuestra vida. La Biblia asegura que los borrachos no tendrán vida eterna y también señala que el consumo excesivo de alcohol puede dañar nuestro cuerpo físico, moral y espiritualmente. No solo puede contribuir a accidentes, sino que también puede dañar el cerebro, el corazón, el hígado y el estómago. Por lo tanto, si bien la Biblia no condena el consumo moderado de alcohol, es importante tener precaución para evitar el abuso del mismo.
Límites para beber
La Biblia establece límites para beber y desaprueba la falta de autodominio. La moderación al beber y comer es esencial para tener la aprobación de Dios. En este sentido, es importante recordar que siempre debemos buscar la voluntad de Dios antes de tomar decisiones en nuestra vida cotidiana, incluyendo el consumo de alcohol. Si bien podemos disfrutar de una copa de vino con moderación, es importante tener en cuenta que no debemos nunca perder el control para no caer en la borrachera.
Momentos en los que no está bien beber
Hay circunstancias o momentos en los que incluso el consumo moderado de alcohol puede ser desaconsejable. Por ejemplo, cuando se está recuperando de un problema de alcoholismo, legalmente se es demasiado joven para beber o se está tomando un medicamento que no se debe mezclar con alcohol. La Biblia nos enseña a ser responsables y considerados con nuestro cuerpo y nuestra salud, por lo que siempre debemos tener presente estas circunstancias antes de tomar una decisión sobre el consumo de alcohol.
Entidades relevantes: Salmo 104:15, Nueva Versión Internacional; 1 Corintios 6:9, 10; Génesis 27:25; Eclesiastés 9:7; Lucas 10:34; 1 Timoteo 5:23; Isaías 5:22; Proverbios 23:20; 1 Timoteo 3:2, 3, 8; Proverbios 20:1; Oseas 4:11; Eclesiastés 3:1.
Significado de “no ser dado al vino” en la cultura hebrea
En la cultura hebrea, “no ser dado al vino” significaba tener un estilo de vida sobrio y prudente. El vino era una bebida común en las celebraciones y rituales religiosos, pero el exceso podía llevar a la pérdida del autocontrol y al pecado. Por lo tanto, la moderación era vista como una virtud. Esta idea es expresada en el libro de Proverbios, el cual aconseja: “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Como culebra morderá, y como áspid dará dolor” (Proverbios 23:31-32).
En la Biblia, el vino también simboliza la alegría y la bendición de Dios. Por ejemplo, el Salmo 104 dice: “Has hecho que broten los pastos para los animales, y las plantas para el uso del hombre, para que saque de la tierra el pan que sustenta, y el vino que alegra el corazón del hombre” (Salmo 104:14-15). Sin embargo, se enfatiza que el vino debe ser disfrutado con responsabilidad y moderación.
Habiendo considerado lo dicho, “no ser dado al vino” en la cultura hebrea significa tener un estilo de vida sobrio y prudente, valorando la moderación como una virtud en relación al consumo de vino y entendiendo el vino como una bendición de Dios que debe ser disfrutada con responsabilidad.
Abogado
En la Biblia, la palabra “abogado” se refiere a Jesús como alguien que intercede por los creyentes ante Dios. En 1 Juan 2:1 se lee: “Si alguien peca, tenemos como defensor ante el Padre a Jesucristo, el justo“. Además, en el evangelio de Juan se utiliza la misma palabra para describir al Espíritu Santo como “Consolador” (Juan 14:16).
De esta manera, tanto Jesús como el Espíritu Santo ejercen el papel de defensores o abogados de los creyentes ante Dios, intercediendo por ellos y defendiéndolos de acusaciones y condenas. Así, los cristianos pueden confiar en su ayuda en todo momento.
Adopción
La adopción se refiere a la relación filial que los cristianos tienen con Dios como resultado de su redención y salvación. Es un acto de amor y gracia por parte de Dios, quien nos adoptó como hijos en su familia (Efesios 1:5).
Esta adopción implica una transformación en nuestra relación con Dios, pasando de ser sus enemigos a ser sus hijos y herederos de su reino (Romanos 8:14-17). Además, esta relación filial nos permite clamar a Dios como “Abba, Padre” y tener acceso a su presencia en todo momento (Gálatas 4:6-7).
A grandes rasgos, la adopción en el cristianismo es una realidad maravillosa que nos transforma en hijos de Dios, herederos de su reino y con acceso a su presencia en todo momento.
Administración
En la Biblia, la administración se refiere a la responsabilidad que alguien tiene de gestionar los bienes de otra persona o de una comunidad. Esto puede incluir la gestión de recursos económicos, pero también la gestión de verdades y enseñanzas espirituales.
Un buen administrador debe ser alguien fiel y diligente, que se preocupa por el bienestar de los demás y utiliza los recursos de manera sabia. En el contexto de la Iglesia, los líderes y ministros son llamados a ejercer una administración responsable y fiel de las verdades espirituales y de los recursos que se les confían.
Así las cosas, la administración en el cristianismo se refiere a la responsabilidad de gestionar los bienes de otra persona o comunidad, y debe realizarse de manera fiel y diligente, procurando el bienestar de los demás.