La Biblia es un documento antiguo y de gran valor histórico, y uno de los temas que más ha llamado la atención es la longevidad de los personajes mencionados en ella. Uno de los más conocidos es Matusalén, quien, según la Biblia, vivió 969 años antes de morir, superando en 604 días la edad de su padre Enoc. Este récord es impresionante y le ha hecho ganar un lugar en el dicho popular “más viejo que Matusalén”.
Longevidad en la Biblia
Según la Biblia, los primeros patriarcas vivían alrededor de 1.000 años de edad y hasta tenían hijos cuando ya habían vivido varios cientos de años. Esto ha sido objeto de debate y especulación durante siglos, pero lo que está claro es que la Biblia enseña con toda claridad que estos personajes vivieron vidas extraordinariamente largas, más allá de lo que cualquier persona consideraría posible.
Creación y caída en el pecado
La Biblia cuenta la historia de Adán y Eva, los primeros seres humanos creados por Dios, sin pecado y con la capacidad de vivir para siempre. Dios les dio todo lo que necesitaban para su salud y felicidad eterna en el jardín del Edén; pero les advirtió no comiesen del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal o morirían, como toda su descendencia después de ellos. La caída en el pecado llevó a la mortalidad, a la enfermedad y a la muerte, y aunque los primeros seres humanos vivieron por siglos, nunca alcanzaron la vida eterna que Dios había planeado para ellos.
Patriarcas antediluvianos
Los patriarcas antediluvianos vivieron un promedio de 912 años. Por 1.500 años después de la creación, los hombres vivían vidas tan largas que la mayoría era o contemporáneo del primer hombre, Adán, o personalmente conocían a alguien que lo era. Matusalén vivió más años que cualquier otro patriarca antediluviano, y su longevidad es un ejemplo notorio de la creencia bíblica en largas vidas humanas en la antigüedad.
¿Cómo se explica la longevidad de Matusalén según la Biblia?
Matusalén es conocido en la Biblia como uno de los patriarcas más longevos que vivieron antes del Diluvio universal. Según el texto bíblico, Matusalén vivió 969 años, superando en 604 días la edad de su padre Enoc. En aquellos tiempos, las edades superaban los centenares de años, lo que ha dado lugar a muchas teorías sobre la longevidad de los patriarcas.
Algunos encuentran explicación en la cólera de Dios que se materializó en el Diluvio y que alcanzó la edad de los hombres: «Que sus días sean ciento veinte años». Pero aunque esta es una de las explicaciones más extendidas, la Biblia no se pronuncia de forma explícita sobre el motivo de la edad tan avanzada de los patriarcas antes del Diluvio.
Lo que sí sabemos es que Matusalén fue el más longevo de los patriarcas del Antiguo Testamento y que su historia está recogida en el libro del Génesis. En el pasaje 5:21-27 del Génesis, se cuenta la historia de Matusalén, su padre Enoc y su descendencia hasta llegar a Noé, quien construyó el arca para salvar a su familia y a diferentes especies de animales del Diluvio universal.
Es importante tener en cuenta que los libros de la Biblia son orientales y que buscan impresionar a los lectores al exponer una verdad. Los orientales tienen tendencia a la hipérbole y a desorbitar los números, «de ahí que no podemos calibrar sus afirmaciones según el módulo frío y preciso que caracteriza al genio greco-romano». Por tanto, aunque no podamos explicar científicamente la longevidad de los patriarcas, la Biblia nos transmite una verdad espiritual y un legado cultural invaluable.
Es posible vivir tanto tiempo según la biblia
La idea de si es posible vivir tanto tiempo según la Biblia se ha debatido durante mucho tiempo. Algunos creen que Génesis 6:3 establece un límite de edad para la humanidad, mientras que otros argumentan que esto es solo una metáfora y que la Biblia no establece límites de edad para los seres humanos.
Algunos han interpretado erróneamente Génesis 6:3, creyendo que significa que la humanidad nunca vivirá más allá de 120 años. Sin embargo, este versículo no significa eso. En lugar de eso, es más probable que haya dado una cuenta regresiva para la llegada del Diluvio. La gente vivía regularmente más de 900 años antes del Diluvio, y los tiempos eran diferentes antes de este evento catastrófico.
La perspectiva bíblica sobre el envejecimiento y por qué muere la gente se encuentra en los Salmos. Los Salmos están destinados a expresar verdades espirituales, no necesariamente hechos científicos, y el Salmo 90:10 trata sobre la fragilidad de la vida humana frente a la ira de Dios sobre nuestro pecado. Entonces, aunque la Biblia no establece un límite de edad para la humanidad, la perspectiva bíblica sobre la vida y el envejecimiento es que somos frágiles y debemos depender de Dios para nuestra existencia y seguridad.
La creación de la humanidad es importante para comprender la perspectiva bíblica sobre la vida humana. La Biblia enseña que Dios creó a la humanidad para tener una relación con él y para reflejar su imagen en el mundo. Es por eso que nuestra existencia es más que simplemente vivir una vida larga, sino vivirla en relación con Dios y con los demás.
Por qué Matusalén vivió 969 años según la Biblia
En el capítulo 5 del Génesis se menciona que Matusalén, hijo de Enoc, vivió 969 años, lo que lo convierte en el hombre más longevo mencionado en la Biblia. ¿Pero por qué tuvo una vida tan larga?
Algunos argumentan que su nombre significa “cuando muera, vendrá el juicio”, lo que sugiere que su vida se prolongó tanto debido a su relación con el diluvio que vendría después de su muerte. De hecho, según la Biblia, el diluvio llegó poco después de la muerte de Matusalén. Sin embargo, otros creen que su longevidad se debió al carácter de Dios y su paciencia.
Dios es mencionado varias veces en la historia de Matusalén y se argumenta que su longevidad fue una muestra de la paciencia de Dios y su tardanza para la ira. A pesar de los pecados y la maldad del hombre, Dios seguía siendo tolerante y misericordioso, lo que permitió que Matusalén viviera tanto tiempo.
Por lo tanto, la vida extraordinariamente larga de Matusalén puede ser vista como un ejemplo del carácter de Dios y su relación con la humanidad.