La apostasía es un concepto religioso que ha estado presente a lo largo de la historia y que se ha relacionado con la traición o el abandono de una creencia o ideología. En el contexto de la religión cristiana, la apostasía se refiere al rechazo de la doctrina y la fe predicada por Jesucristo. De acuerdo con el texto, la apostasía es la acción de abandonar públicamente la religión que se profesa, y puede designar también el acto de incumplimiento de las obligaciones clericales.
Origen de la palabra apostasía
La palabra apostasía proviene del griego ἀποστασία (apostasía), que se compone de απο (apo), que significa “fuera de”, y στασις (stasis), que significa “colocarse”. El texto explica que la apostasía se refiere a la acción de alejarse o alejarse de la fe y la doctrina que se profesan.
Apostasía en la Biblia
La Biblia menciona algunos actos de apostasía, como dejar de seguir a Jesús, apartarse del Dios vivo, escuchar a espíritus engañadores y doctrinas de demonios, y seguir otros caminos espirituales que contrarían la fe y la verdad de Dios. De hecho, la Biblia nos advierte sobre el peligro de apartarnos de Dios, como se menciona en un pasaje de Hebreos. También se cita un pasaje de Timoteo que anuncia que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, y se alerta sobre la apostasía y la manifestación del hombre de pecado en un pasaje de Tesaloninces.
Apostasía en el cristianismo
En el seno de la Iglesia cristiana, la apostasía se refiere al proceso de desconversión cristiana, es decir, al rechazo por parte de una persona anteriormente cristiana de la doctrina y la fe predicada por Jesucristo. El texto explica que la apostasía puede ser vista como un proceso voluntario y consciente de abjuración pública de la religión que se profesa. Un tema recurrente en el texto es la relación entre la apostasía y el evangelio, siendo esta última una herramienta importante para mantenerse aferrado a la fe.
Cómo afecta la apostasía a la vida espiritual del creyente
La apostasía es un tema fundamental en la vida espiritual del creyente. Esta se define como la deserción, rebelión, abandono, retirada o separación de aquello a lo que se ha acercado antes. En el contexto bíblico significa cortar la relación salvadora de uno con Cristo o apartarse de la unión vital con El y la verdadera fe en El. El apóstata es aquel que abandonó la verdadera fe y alejó de la iglesia en la que se congregaba. Este individuo deja de ser una parte activa del cuerpo de Cristo, y su relación con Dios queda interrumpida.
El apóstata es un individuo que escuchó el Evangelio pero no lo aplicó en su vida, y que por lo tanto alejó de Dios. Hay muchos ejemplos bíblicos de personas que abandonaron la fe y se alejaron de Dios, como Judas o Demas. La apostasía es definitivamente un tema crucial en la vida de los creyentes, porque complica la relación salvadora de uno con Cristo.
La apostasía también tiene un impacto en la comunidad cristiana en general, ya que esta promueve la unidad religiosa del mundo a costa de la rebelión contra Dios y la destrucción del fundamento doctrinal de la Iglesia Cristiana Evangélica. Organizaciones como el Movimiento Ecuménico y el Parlamento Mundial de las Religiones promueven el sincretismo, la conciliación de distintas doctrinas o posturas, y por lo tanto, la dilución de doctrinas bíblicas fundamentales y la negación de la identidad evangélica.
Otro tema relacionado con la apostasía es el Movimiento de la Nueva Era. Este movimiento filosófico y religioso se infiltró en todos los aspectos de la sociedad en la década de los años ochenta. Las enseñanzas de la Nueva Era y las principales escuelas de pensamiento dentro de ella se muestran contrarias a las enseñanzas bíblicas. El impacto de la Nueva Era puede sentirse en muchas iglesias donde se ha infiltrado.