Cuando Jesús pronunció la frase “consumado es” en la cruz, estaba diciendo que su misión en la tierra de salvar a la humanidad había sido cumplida. Esto significa que la obra de liberación que realizó es perfecta y definitiva, no hay nada que se le pueda añadir. En otras palabras, Jesús pagó el rescate por nuestras almas y nos dio la oportunidad de ser salvados de una vez por todas.
La muerte de Jesús como demostración de poder
La muerte de Jesús, aunque puede parecer una derrota o una debilidad, es en realidad una demostración del poder y control absoluto que tiene sobre todas las cosas. Al entregar su vida voluntariamente, demostró su autoridad y victoria sobre el pecado y la muerte. Su muerte y resurrección son el gran testimonio de su poder y su amor por nosotros.
El poder de la sangre de Jesús
La sangre de Jesús es el gran pago que se necesitaba para liberarnos de la esclavitud del pecado y sus consecuencias. Esta sangre hizo posible que la justa ira de Dios fuera recibida por Jesús en lugar de nosotros, permitiendo que seamos salvados y redimidos. Es el poder de la sangre de Jesús lo que nos da la oportunidad de ser limpiados y perdonados de nuestros pecados.
Jesús como sustituto perfecto y efectivo
Jesús es el único sustituto perfecto y efectivo que puede salvarnos de una vez por todas. Su muerte en la cruz es el único camino para la salvación verdadera y duradera. No hay nada que podamos hacer para ganar nuestra salvación, solo tenemos que aceptar el regalo que Jesús nos ha dado y vivir en su amor y su gracia.
Qué significa la expresión “consumado es” en la crucifixión de Jesús según la teología cristiana
La frase “consumado es” ha sido objeto de análisis y reflexión por los teólogos cristianos a lo largo de la historia. Según la teología cristiana, con esta frase Jesús pronunció su última palabra antes de morir en la cruz, y su significado abarca diversos aspectos relevantes de la obra redentora de Cristo.
“Consumado” como “cumplir, completar, terminar, finalizar, pagar”
El término “consumado” se refiere a la acción de cumplir, completar, terminar, finalizar o pagar algo. En este sentido, “consumado es” significa que Jesús había cumplido perfectamente su llamado y propósito en la Tierra al morir en la cruz por los pecados de la humanidad.
Al decir “consumado es”, Jesús estaba señalando que su obra redentora estaba completa, que había alcanzado el objetivo para el que fue enviado a la Tierra y que su sacrificio era suficiente para la salvación de toda la humanidad.
La muerte de Jesús en la cruz: propósito y cumplimiento de profecías
Para la teología cristiana, el propósito de Jesús al venir a la Tierra fue morir en la cruz por los pecados de su pueblo. Con su muerte, Jesús estaba cumpliendo una profecía anunciada en el Antiguo Testamento y que se cumplió plenamente en la cruz.
La muerte de Jesús en la cruz, según los evangelios, fue un hecho histórico que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. En ese momento, Jesús estaba consumando su obra redentora, pagando la deuda de la humanidad ante Dios y abriendo las puertas del cielo para todo aquel que cree en Él.
Cumplimiento de la Ley y obra redentora de Cristo
La muerte de Jesús en la cruz también marca el fin de la antigua dispensación de la salvación, en la que los sacrificios y las ceremonias eran necesarias para obtener la expiación de los pecados. Con su muerte, Jesucristo cumplió el significado de la Ley y su obra redentora fue totalmente suficiente para nuestra salvación. Ya no es necesario realizar sacrificios o ceremonias, pues todo lo que apuntaban se consumó en la cruz de Cristo.